EN BUSCA DEL ORIGEN DEL SER HUMANO
Cada vez me siento más lejos del turista fortuito, del que llega con todas las comodidades, hace fotos y se marcha, no es la manera de conocer culturas para mi. Ya no concibo visitar rincones remotos sin vivir y convivir realmente con sus habitantes. Dormir con ellos, comer con ellos, caminar con ellos e intentar comunicarnos hasta que te acojan casi como a uno más de su tribu. Mi incontrolable curiosidad por la antropología y las tribus ancestrales me ha llevado en esta ocasión a ir, una vez más en solitario, en busca del origen del ser humano, en el remoto valle del Omo, en las tierras perdidas del sur de Etiopía, donde unas pocas tribus aisladas aún conservan esa esencia primitiva que tanto me fascina. Esa esencia como de haber aparecido en este planeta ayer mismo, llevándome a hacer un emocionante viaje al pasado. A nuestro pasado.