Durante semanas Paco recorrió en solitario las remotas islas de Fidji, llegando a establecerse temporalmente con los “Wippi”, una familia indígena afincada en una pequeña y aislada isla de la costa oeste
Durante su estancia fue acogido como uno más de la familia, viviendo de la pesca y compartiendo tradiciones tribales y su particular forma de vida en torno al Océano Pacífico