Y por fin nos encontramos….
No quiso verme en Siberia…ni en Groenlandia… pero hoy a salido a mi encuentro. Y no uno, ni dos, ni tres… hasta 6 osos polares vimos a lo largo de la expedición. Afortunadamente nuestra posición era segura, pues siempre nos aproximábamos dentro de la Zodiac para no correr ningún riesgo. Tener un encuentro en tierra con un oso polar es algo que no sabes cómo puede acabar… así que mejor desde la Zodiac.
Al igual que los humanos los osos polares tienen su propia personalidad. Hay algunos que son cobardes, otros son curiosos, otros chulos pero caguetas y otros directamente son los reyes del ártico y se comen todo lo que tenga carne. Recordaréis que ya os hablé mucho sobre los osos polares en las crónicas de Groenlandia, así que no voy a repetirme.
Los encuentros fueron algo mágico… el oso allí y yo aquí. Sin duda, aunque se trata de un animal increíble y muy “tierno” de ver, no se trata de ningún “oso amoroso”, mas bien todo lo contrario… En esta crónica voy a mostrar lo bonito del oso y lo “natural” del oso. Lo bonito serán mis fotos tomadas de los diferentes osos que nos fuimos encontrando. Lo “natural” serán algunas otras fotos de ataques reales a personas o incluso a las crías de su propia especie.
* OJO , algunas son muy fuertes. Si eres sensible…bienvenido al mundo real.
Y mas real todavía!!! os dejo un enlace de una noticia en la que no hace mucho un oso ataca en plena noche a un par de exploradores mientras dormían , y …. adivináis donde?… pues si, aquí mismo, en Svalbard. Grrrrrrrrrr !