Hay pocos lugares en la Tierra donde nunca ha habido guerras,donde el medio ambiente está totalmente protegido y donde la investigación científica tiene prioridad. Pero existe todo un continente con estas características: la tierra que las Partes del Tratado Antártico llaman una “reserva natural consagrada a la paz y la ciencia”.
En el extremo sur de nuestro planeta,quienes comparten los retos de la distancia y el frío para visitar el continente helado han forjado una tradición de cálida cooperación,cimentada por el “Tratado Antártico”. Quizás el último escondite para la Paz en la Tierra.
Conmovedores artículos fueron aprobados en el año 1959 por los 12 países que originalmente firmaron el tratado, Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Rusia, Sudáfrica, Reino Unido y Estados Unidos, llegando en la actualidad a ser un total de 46 países entre los que España se incluye ,entrando a formar parte del Tratado en el año 1988. Parece mentira que en el mundo en que vivimos las naciones se pongan de acuerdo para firmar acuerdos como los siguientes:
…”La Antártida se utilizará exclusivamente para fines pacíficos. Se prohibe, entre otras,toda medida de carácter militar”. (artículo I ) …”La libertad de investigación científica en le Antártida y la cooperación(…) continuarán”. (artículo II ) …”Queda prohibida toda actividad de minería en el continente Antártico,siendo considerado dicho continente en su totalidad una Reserva Natural”
Como no todo podía ser tan bonito ,siete países reivindican diferentes sectores de la Antártida (increíble ,pero EEUU no es ninguno de ellos). Para dejar las cosas claras se mantiene el “Status Quo” de 1959:
…” Ningún acto o actividad que se lleve a cabo mientras el presente Tratado se halle en vigencia constituirá fundamento para hacer valer,apoyar o negar una reclamación de soberanía territorial en la Antártida, ni para crear derechos de soberanía en esta región. No se harán nuevas reclamaciones de soberanía territorial en la Antártida , ni se ampliarán las reclamaciones anteriormente hechas valer, mientras el presente Tratado se halle en vigencia.” …” A fin de garantizar la paz en la Antártida ,todas las regiones de la Antártida y todas las estaciones,instalaciones y equipos que allí se encuentren estarán abiertos en todo momento a la inspección” ( artículo VII ).
He de reconocer que en el momento en que llegó a mis manos el documento en el que se detallan las bases del Tratado Antártico me sentí conmovido. Me emocioné de verdad. No podía creer lo que estaba leyendo. Por desgracia en los días que nos ha tocado vivir,algo así suena totalmente “utópico”…pero después de vivir mi aventura en la Antártida, de sentir y respirar el aire puro del último rincón virgen del planeta,siento que todo es posible…