A finales del siglo XIX, en la última década para ser exactos, el mundo era mucho más grande que ahora, el hombre no conocía todos los rincones de su planeta y algunos espacios en blanco se encontraban aún en los mapas. Era la era de los grandes exploradores; genios, locos o aventureros que conquistaron los más profundos abismos o las más inalcanzables cumbres. Quizás ,si hubiese nacido en otro tiempo ,el que os escribe hubiese sido uno de ellos…
Realmente nunca me había interesado especialmente la historia de la Antártida y todo el misterio que la rodea. Motivado por mi indescriptible experiencia en el extremo sur del planeta, no he podido resistirme a saber la “historia humana” que esconde este maravilloso lugar. Esta es la resumida historia de dos grandes aventureros:
” LA CARRERA HACIA EL POLO SUR “
En enero de 1911, el Terra Nova , comandado por el Capitán Scott, parte con una expedición inglesa compuesta por sesenta y cinco hombres, diecisiete ponis y treinta perros; Su objetivo, realizar investigaciones científicas y conquistar el Polo Sur.
Scott y sus hombres llegaron a la Antártida a bordo de este viejo ballenero escocés después de unos preparativos que habían durado cerca de un año. En el camino y ya en altamar, Scott se entera de que tiene un nuevo rival con el que no contaba originalmente: el noruego Roald Engebretch Amundsen.
Por otro lado, la expedición Noruega, comandada por Amundsen, había estado preparándose para llegar al Polo Norte. No obstante, en septiembre de 1909, después de que los americanos Cook y Peary anunciaran haber llegado al Polo Norte por separado y reclamando cada uno el haber sido el primero, cambia sus planes en secreto. Iría al sur. Sabe que compite con Scott.
La expedición del capitán Scott y los ingleses pronto comienza a pagar las consecuencias de decisiones equivocadas. Los vehículos oruga de los que disponían, se averían casi inmediatamente. El 10 de diciembre se detiene la expedición. Los ponis se hunden en la nieve y al transpirar por todo el cuerpo su piel se congela y hay que sacrificarlos. Exploradores Noruegos ya les habían recomendado llevar perros, ya que estos transpiran sólo por la lengua y son capaces de dormir a la intemperie a menos 40 grados centígrados. Finalmente,y ya cerca de la última etapa de la expedición, Scott elige de entre los componentes de la misma a los que han de acompañarle hasta el final: Bowers, Evans, Wilson y Oates.
A las 15:00 del viernes 14 de diciembre de 1911 la carrera al Polo Sur llegaba a su fin . Un grito simultáneo de ¡alto!, surge de los cinco noruegos liderados por Amundsen: los 90 grados de latitud sur. El Polo Sur de La Tierra. Un desierto azul y blanco. Nunca un humano había estado antes allí. Eran los primeros.
La enorme diferencia estratégica entre las dos expediciones hizo que Scott fracasara dramáticamente y Amundsen lograse el éxito. Amundsen aprendió técnicas de supervivencia de los indígenas de los climas árticos, algo que no hizo Scott.
El 16 a medio día, la expedición inglesa vislumbra a lo lejos una mancha oscura en el horizonte. Mientras se acercan, su desolación aumenta al comprobar que están rodeados de los restos de un campamento y de huellas de trineos y de perros. Al final, distinguen la mancha: la tienda noruega con la bandera atada. El 17 de enero los ingleses llegaban oficialmente al Polo Sur. Habían sido derrotados en la carrera.
El 17 de enero de 1912, el Capitán Scott, acompañado de Bowers, Evans, Wilson y Oates, alcanza el Polo Sur geográfico de La Tierra .Exhaustos y derrotados forman la imagen de la desolación; Sobre los 90 grados de latitud sur, amarrada a un trineo, ondea la bandera Noruega del explorador Roald Amundsen. No habían sido los primeros.
El capitán Scott escribiría en su diario “Lo peor ha sucedido. Una simple mirada nos revela todo. Los Noruegos se nos han adelantado, mañana tocaremos El Polo y emprenderemos el regreso”.
Antes de emprender el regreso, Amundsen y su expedición dejan en ese lugar, al que llamaron Polheim, una carta para el Capitán Scott.; El 25 de enero están de vuelta en su base de la Antártida. Habían tardado noventa y siete días en ir y volver. La carta para el capitán Scott decía así:
“ Querido Capitán Scott: Como usted probablemente es el primero en alcanzar este área después de nosotros, le pediría amablemente expedir esta carta al Rey Haakon VII. Si usted quiere usar cualquiera de los artículos abandonados en la tienda no deje de hacerlo. El trineo dejado fuera puede ser empleado por usted. Con saludos cordiales, le deseo una vuelta segura. Roald Amundsen. “
Esta carta, junto con todo el diario y los apuntes del Capitán Scott, serían hallados por una expedición, en la primavera de 1912 junto a su cadáver, a tan sólo diez millas de donde estaba su refugio y los víveres. Gracias a eso conocemos esta historia.
EL DIARIO DEL CAPITÁN SCOTT. “ EL REGRESO ”.
El regreso, fielmente registrado en la bitácora del Capitán, fue penoso y es conmovedora su lectura. A la espera de la muerte… … La nariz de Evans se congela, Oates siente los pies fríos, el avance es cada vez más difícil, la debilidad los invade y Wilson se lesiona una pierna en una caída, Scott sufre una herida en el hombro, Evans pierde dos uñas de una mano.
11 de febrero de 1912: Descendiendo un glaciar se equivocan de camino y se internan en una masa de hielo muy accidentada.Vagan a la deriva durante dos días en medio de nieves eternas y debajo de los 40 grados bajo cero .
16 de febrero de 1912: Evans se agota, sufre un colapso. Parece que mejora y siguen adelante; más tarde, sus compañeros se dan cuenta de que no los acompaña y regresan a buscarlo; lo encuentran arrodillado en la nieve con una mirada salvaje. Muere esa noche.
5 de marzo de 1912: Los pies de Oates son una masa de hielo, no puede disimular su dolor, sus pies están negros y la gangrena se extiende.
16 de marzo de 1912: Oates no puede continuar, lo sabe y no quiere ser un estorbo para sus compañeros que se niegan a dejarlo. En medio de una ventisca y con la temperatura inferior a los 43 grados bajo cero, sale de la tienda: “Voy afuera un momento y por un tiempo”. Nunca regreso.
20 de marzo de 1912: Una fuerte tormenta les hace imposible salir de la tienda y recorrer los apenas dieciocho kilómetros que los separan del depósito de alimentos y de combustible; mientras tanto, el pie derecho de Scott estaba congelado.
29 de marzo de 1912: Los ingleses siguen sin poder salir de la tienda debido a la tempestad: “Afuera, delante de la puerta de la tienda, todo el paisaje es una terrible ventisca, resistiremos hasta el final, la muerte ya no puede estar demasiado lejos; es una lástima, no creo poder seguir escribiendo. Por el amor de Dios, cuidad de nuestras familias”. Scott
12 de noviembre de 1912: Una expedición comandada por el Capitán Atkinson encontró una tienda semienterrada en la nieve. Bowers estaba envuelto en su saco y Wilson tenía las manos cruzadas sobre el pecho, al parecer ambos habían muerto mientras dormían. Scott yacía con medio cuerpo fuera del saco de dormir y uno de sus brazos extendidos hacia Wilson; a sus 43 años de edad, el Capitán de la Armada Británica, Robert Falcon Scott había sido el último en morir.
En la actualidad explorar la Antártida no es una actividad exenta de riesgo. En al año 2007 el crucero de “lujo” Explorer colisionó con un iceberg exactamente igual que lo hiciese el Titanic en el año 1912. Afortunadamente sus 154 pasajeros fueron rescatados.