La aventura no se hizo esperar y sin ni siquiera tener tiempo para reaccionar un cambio apresurado de última hora me hace subir recién aterrizado después de 2 días de vuelos y aeropuertos a un masificado barco/patera para un viaje de día y medio hacia lo más remoto de las Islas Salomón…un jet lag superado a marchas forzadas entre islas deshabitadas, la cruda realidad de familias aisladas en pleno Pacífico y tiburones a pie de cabaña. El viaje continua hacia las islas del oeste.