Con cientos de paisajes como sacados de otros mundos, Islandia se presenta como la última frontera de Europa dónde admirar fenómenos extraordinarios en el continente. Un viaje a épocas prehistóricas durante el cual uno puede convertirse en protagonista de novelas de aventuras del mismísimo Julio Verne, ya que en estas tierras se inspiró para fantasear sobre su viaje al centro de la tierra.
Como hicieran los vikingos hace siglos, Islandia invita a ser explorada para descubrir una isla de origen volcánico repleta de cascadas, fumarolas y chimeneas cuya actividad crea prodigios como los géiseres, surtidores de agua caliente que se elevan decenas de metros. Un mundo aparte repleto de aventuras y actividades sensoriales como bañarse en fuentes de aguas termales provenientes del centro de la tierra y que afloran en el mismo círculo polar ártico debido a las características únicas de este país,.
Explorar los fiordos en kayak, aventurarse en los glaciares más grandes de Europa, asomarse a majestuosos volcanes extintos, perder la sensibilidad en los pies atravesando ríos glaciares de agua helada, amanecer rodeado de caballos salvajes o bucear en cristalinas aguas de visibilidad casi infinita justo entre dos continentes. Un cúmulo de inolvidables experiencias para los más aventureros e intrépidos que quieran dejarse sorprender por entornos de una naturaleza abrumadora y que me hicieron sentir tan solo y tan pequeño, que una vez más anclé mis pies al suelo para comenzar un viaje interior sin más compañía que el viento, los ríos, mi propio destino y con un poco de suerte, mi ocasional compañera en el Ártico, la mágica Aurora Boreal.
Se trataba de la tercera vez que me aventuraba en tierras de Islandia, pero nunca antes en el corazón de la isla, en las “Highland” o “tierras altas”, dos palabras de las que había oído hablar tantas veces que me resultaba imposible no dirigirme hacia ellas con todas las consecuencias. Un viaje en solitario en el que Islandia y su naturaleza abrumadora me pusieron en mi lugar prácticamente desde el primer minuto.