A estas alturas el frío ya entró bien profundo en mis huesos. Ya en España y a 40 grados, la escarcha no cae de mi pelo y tengo la sensación de que sigo teniendo la barba helada. No me hago a llevar manga corta y prescindir de la parka. Quizás en el mundo de hielo he encontrado algo… quizás mi forma de ser encaja de alguna manera con todo este mundo blanco y silencioso. Al igual que cuando visité la Antártida sentí que pronto me encontraría con las tierras del Ártico, hoy vuelvo a sentir que no es el momento de escribir “FIN”…
Escuchad con atención… “ Ésta no es la última crónica de la expedición “Testigos del Deshielo”.
No se cómo, ni dónde, ni con quién , ni cuándo , pero algo tengo claro… esto no acaba aquí.
Gracias a todos y todas.
Paco Acedo.