Rusia… un país por el que nunca sentí ningún interés, la verdad…pero aquí estoy.
Llegar hasta San Petersburgo ha sido, como en todos mis viajes, una aventura en si mismo. El problema no han sido los varios vuelos que he tenido que coger para llegar hasta aquí, ni volver a dormir en los aeropuertos, ni las horas y horas de espera entre un vuelo y otro… el problema como siempre ha sido el exceso de equipaje.
Aquí va:
Tienda 3 plazas + saco (-40 C.) + Hornillo + Jacket + 2 reguladores completos + aletas + traje seco + rata (traje interior) + gafas + ordenador de buceo + guantes secos + carcasa submarina + lentes + cámara Reflex + cámara vídeo + ordenador + 3 discos duros + termo + ropa, ropa y mas ropa + aislante + gafas de ventisca + medicinas + documentos + botas polares + neceser + plumas + cazuelas + cargadores + placa solar + linterna + pilas + teléfono + cubiertos ….
Problema 1 : Cómo convertir 55 kg de material en solo 23 kg. para facturar y 12 kg mas de equipaje de mano??? Cómo esconder 20 kg de material para que la compañía aérea no empiece a sacarme la pasta ??
Solución : Esconder lo mas posible. Primero uno debe ponerse 2 o 3 capas de ropa. Después todos los bolsillos han de llenarse de las cosas mas pesadas corriendo el riesgo de que a uno se le caigan los pantalones con el peso en medio de Barajas. Colgar del carrito portaequipaje todo lo posible de forma que no se vea o pase desapercibido, y por último el secreto está en ir de cateto simpático para que, o te pasen la mano por simpático o simplemente des pena.
Yo hice un poco de todo y aún así, me trincaron, teniendo que pagar 55 € por exceso de equipaje al no llenarme los bolsillos hasta arriba. No me volverá a pasar…
Problema 2 : Cómo cargar con 55 Kg sin destrozarse la espalda ni las rodillas??
Solución: No la hay… Aunque se reparta el material entre un petate a la espalda y una maleta de ruedas es casi seguro que la espalda y las rodillas no volverán a ser la que eran. Aprovecho ara pedir al Ayuntamiento de Madrid y San Petersburgo que por favor pongan mas escaleras mecánicas…
Afortunadamente ,acabar realmente molido gracias a mi equipaje, me ayudó a pasar gran parte del viaje dormido. Volar a Amsterdam y luego a San Petersburgo fue rápido y poco doloroso.
Después de horas y horas de vuelo comenzó el descenso a un lugar muy diferente a lo que estoy acostumbrado…de repente, lo que de lejos parecían nubes ,de cerca resultaba que no lo eran. Nieve, nieve y mas nieve aparecía bajo el avión. Y al bajar… bofetón!, -7 grados del tirón. Se os han congelado alguna vez el agüilla de la nariz ?
Poco después comenzaron los retos……
Reto 1: Cargado como un burro llegar en bus a una parada de metro.
Reto 2: Cargado como un burro pillar el metro, enterarse de como funciona y llegar hasta una parada próxima al hostal.
Reto 3: Cargado como un burro salir del metro y empezar a preguntar y patear casi de noche hasta encontrar la pensión que tenía un cartel no mas grande que una matrícula de coche.
Reto 4: Cargado como un burro subir a la cuarta planta donde amablemente me habían acomodado.
Reto 5: Ya libre de maletas encontrar una casa de cambio.
Reto 6: Localizar una supuesta tienda de material de montaña para comprar combustible para el hornillo que usaría durante la expedición polar.
Reto 7: Encontrar un super y comprar todo lo necesario para sobrevivir durante mi estancia en el White Sea.
Reto 8: Localizar la estación de trenes de la zona este y confirmar mis billetes.
Esa misma noche, después de patearme toda la ciudad decidí darme un homenaje y volviendo a la pensión me metí en un garito para ver una actuación y tomarme una cerveza. Afortunadamente la buena música es un idioma universal, verdad?
Al día siguiente , bien temprano continuaba la competición de retos:
Reto 9: Nuevamente cargado como un burro llegar en metro a la estación de tren .
Reto 10: Localizar el tren y el andén en unos paneles de información escritos 100% en ruso.
Reto 11: Localizar mi vagón y subir todo el material.
Reto 12: Localizar mi compartimento, mi cama y meter todos mis bultos no se sabe donde…
Reto 13: Subir las maletas a una cama en alto donde, o dormían mis maletas o dormía yo, y como no tenía otro sitio donde meter los bultos mis maletas viajaron muy agustito y yo pues sentado en una esquina de la cama…todo un lujo.
Último Reto del día:
25 HORAS DE TREN !!!!
Una vez fuera de San Petersburgo todo cambió pues lo único visible eran bosques y mas bosques, y nieve y mas nieve. Entrábamos en un mundo salvaje camino a Siberia.
Afortunadamente uno de mis compañeros de compartimento hablaba algo de inglés. Un tipo de unos 50 que resultó ser muy simpático invitándome a cenar de sus “taper”.
Durante el trayecto, en una pequeña parada del tren bajé a estirar las piernas y una cara me resultó familiar…… esa cara?…esa cara?….mmmmm….esa cara?…… no jodas!. Se trataba de un ruso con el que había coincidido en la Antártida durante la vuelta al mundo submarina !!. Increíble. El tipo se acordaba de mi y me comentó que iban en el mismo tren de camino a la misma zona donde yo montaría el campamento, pues es uno de los lugares mas extremos de buceo bajo hielo y tenían intención de bucear en la zona al igual que yo. Pero las sorpresas y los reencuentros no acabarían aquí…. (paciencia).
A las 4:55 de la madrugada el tren hacía una parada en “Chupa”, una pequeña población donde supuestamente los guías me recogerían para hacer un último trayecto de 2 horas en una especie de camión para safaris adaptado para el hielo.
Esperaba y esperaba atento para no pasarme la parada de 3 minutos en Chupa hasta que me percaté de un letrero luminoso en el que indicaba la temperatura interior y la exterior…Interior: +22 grados……. EXTERIOR: -15 grados !!!….. y simplemente pensé…. NO JODAS ! !.
Ya con todo preparado en la puerta , a las 4:54 el tren comenzó a frenar y paró. Lancé mi petate desde al vagón a la nieve al mas estilo “película de trenes” y salté a la nieve. Nadie había en el lugar. Todo oscuro, -15 graditos, nieve, hielo, y yo… acojonado. Al minuto el tren se marchó y allí quedé solo. A lo lejos se apreciaba una pequeña luz y como no tenía muchas mas opciones me dirigí hacia allí. Un pequeño camión de estos de ruedas altas parecía estar arrancado… de repente aparece un tipo que me pregunta: diver?, diver?, y por fin ese idioma si lo conocía ,así que respondí : yes, yes! y me quede mucho mas tranquilo. Subí al camión y al poco apareció el ruso con el que me había encontrado en el tren y un par de tipos mas ,que resultaron ser de la televisión rusa e iban a hacer una grabación en la misma zona para un programa de deportes extremos tipo “Al filo de lo imposible”. Y allí, todos juntitos, comenzamos a dar botes durante dos horas atravesando bosques y montañas camino al MAR BLANCO.
COMENZABA LA AUTÉNTICA AVENTURA