Es difícil explicar por qué hago esto. Qué busco. Por qué me siento tan bien rodeado de hielo. Quizás hay días en los que tu estado de ánimo coincide con el lugar en el que estás. Pero ¿por qué sentirme sólo de forma voluntaria me alivia?. Desde fuera uno puede parecer valiente. Pero nada mas lejos de la realidad. Huyo. Si, exploro, pero también huyo. Quizás estar ya allí y dejar de huir y buscar durante unas semanas es lo que me produce consuelo.
En varias de las largas exploraciones que hicimos por el norte hubo una imagen que me hacía reflexionar. Un perro. Un perro que aparecía de la nada y se ponía a correr junto al resto. No se sabe de donde salía, no tiraba del trineo, no era bienvenido por el resto de la manada, pero quería acompañarnos por un tiempo, o mas bien lo necesitaba…
Y por algún motivo yo me veía ahí. En ese perro solitario que por momentos pretendía ser como los demás perros. Hacer lo que todos hacían. Simplemente tirar…
Pero había algo en ese perro que de repente le hacía desaparecer y reaparecer en lo alto de la montaña, buscando una nueva aventura.
Marchaba lejos, pero siempre volvía. Cada vez más y más vivo.
Durante esta aventura hubo un objeto que guardaba siempre en mi chaqueta de piel. Bien cerca. Un teléfono satélite que sentía como una larga cuerda que me mantenía a salvo y junto a los míos por muy profundo que bucease. Cada noche lo encendía y esperaba, y esperaba, y esperaba…hasta que aquel mensaje llegaba en la silenciosa noche. ¿Un mensaje tuyo quizás?. Si, eras tú. No se por qué, pero eras tú.
FIN
Se acerca la mañana cuando puedo sentir que no queda nada que ocultar.
Moviéndome en una escena surrealista.
No, mi corazón nunca, nunca estará lejos de aquí.
Tan seguro como que respiro,
tan seguro como que estoy triste,
guardaré esta sabiduría en mi carne.
Me voy de aquí creyendo en más de lo que creía,
Y existe una razón por la que, volveré.
Mientras recorro el hemisferio,
se me ha concedido mi deseo de ascender y desaparecer.
He sido herido, he sido curado,
esta vez por desembarcar he sido purificado.
Tan seguro como que respiro,
tan seguro como que estoy triste,
guardaré esta sabiduría en mi carne.
Me voy de aquí creyendo en más de lo que creía,
Este amor no tiene techo
(Eddie Vedder)