“ SE BUSCAN HOMBRES…
para viaje peligroso, bajos sueldos, frío, largos meses de completa oscuridad, constante peligro, dudoso retorno, honor y reconocimiento en caso de éxito. “
Ernest Shacketon.
Qué os parece?, tentador, verdad?… Pues a estas alturas yo seguro que iría al “casting”.
Este es el anuncio original que Ernest Shackleton publicó en la prensa buscando a los que serían su tripulación en una de las mayores expediciones e historia de supervivencia de todos los tiempos….si recordáis ya os hablé de ella en el blog de la “ Vuelta al Mundo Submarina”….
Voy a comenzar esta crónica presentando algunos de los rostros que me acompañaron en esta expedición. Unos tipos bien duros con ese espíritu de explorador que hoy pocos tenemos.
Pese a ser unos auténticos exploradores, todos ellos , al igual que los primeros aventureros, tiene detrás una vida oculta bastante mas sencilla, en la que la familia juega un papel muy importante. Esto de ser “explorador” es como “el artisteo”. El público ve una cosa, pero esa cosa en parte, es puro teatro…detrás hay una realidad mucho mas sencilla.
Mi llegada a Svalbard fue, como siempre , en avión, sobrevolando hielo, mar y montañas…
De nuevo el exceso de equipaje fue mi única preocupación durante el viaje, pero, por fin descubrí la forma de pasar kilos y kilos de material extra sin pagar un solo euro. Cómo?… perdonadme pero me lo guardo para que nadie me lo copie y las compañías estén al loro. El que quiera saberlo que me lo pregunte en persona…
El “Plancius”, un gran barco oceanográfico me esperaba en Longyearbyen, la mayor población de Svalbard. Bueno, tan grande no era para nada. Para que os hagáis una idea, el aeropuerto abría para nuestro vuelo y cerraba al marcharnos…
Se trata de un lugar muy especial,puesto que casi todas las míticas y primeras expediciones al polo norte tenían este poblado como punto de partida. De nuevo mis botas “pisotean” la historia…
78 grados norte… en el 90 está el polo norte , pero en esta expedición solo alcanzaría el grado 81….. caso casi el polo…