“SE DESACONSEJA EL VIAJE BAJO CUALQUIER CIRCUNSTANCIA”.
Así de rotundo comienza el texto a través del cual el Ministerio de Asuntos Exteriores Español da “sugerencias” en su página web para los intrépidos viajeros que se puedan plantear viajar a las remotas tierras de Papúa Nueva Guinea, en el Pacífico Sur.
Éste sería el destino de la segunda etapa de la expedición en solitario a Melanesia, con el objetivo e inquietud personal de convivir durante tres semanas con tribus de las tierras altas de Papúa Nueva Guinea que hasta no hace ni 100 años seguían aisladas sin ningún contacto con la civilización y las cuales aún conservan esa esencia salvaje y Caníbal que la “supuesta” evolución del ser humano hace poco a poco desaparecer, persistiendo pese a ello las leyendas sobre canibalismo que aún impregnan esta región en la cual, pese a que oficialmente fueron los bisabuelos de los actuales pobladores los últimos en practicar el canibalismo y la necrofagia, sigue habiendo tribus que mantienen esta práctica.